Un importante banco tenía un problema que involucraba al área de servicio al cliente con el departamento de informática, ya que este último no visualizaba intermitencias ni caídas de sistema en la APP de la entidad financiera. Esto no cuadraba con los constantes reclamos que recibían por parte de usuarios que no podían hacer sus transacciones en forma efectiva.
Al revisar los informes internos, el departamento de informática encontraba que todo estaba bien, debido a que sus indicadores de disponibilidad bordeaban el 99,9%. Mientras tanto, las quejas de clientes insatisfechos y descontentos aumentaban, transformándose esto en un dolor de cabeza para la empresa y su call center.